"La voluntad nacional es una de las palabras de las que los intrigantes de todos los tiempos y los déspotas de todas las épocas han abusado más. Unos han visto su expresión en los sufragios comprados por algunos agentes del poder; otros en los votos de una minoría interesada o temerosa, y los hay, incluso, que la han percibido plenamente formulada en el silencio de los pueblos y han deducido que del hecho de la obediencia nacía para ellos el derecho de mando"

A.Tocqueville, "La Democracia en América"

sábado, octubre 07, 2006

HABLAN LOS HÉROES

Cabría preguntarse que revela de una nación la calidad de sus heroes.

Dice mucho de los antiguos griegos la fuerza y profundidad de su mitología, la "Hubrys" y "Némesis" mecánica de todos sus cuentos.
De los romanos, el violento patriotismo y la noción de su destino de los Horacios y Curiacios.; Rómulo, Remo, el Rapto de las Sabinas y demás.
De los judíos, la búsqueda de la libertad y su cerrado tribalismo, en Moisés, pero también el castigo de la soberbia en el "Golem".

¿Y España?

Aquí prevalece el héroe perdedor: el poético sacrificio taurino, el Cid ganando batallas, sí, pero después de muerto- he ahí el heroísmo- Guzmán el Bueno y Moscardó, sacrificando a sus hijos. Por eso quizá la de Alatriste, sin ser una buena película, llega a las entrañas de los españoles, y quien no lo recozca, miente. !Oh, Rocroi¡

¿Y los héroes vencedores? Oprobio para ellos: Cortés y Pizarro, genocidas. Espartero ignorado. Colón, el avaricioso extranjero. Elcano, silencio. El Empecinado, Espoz y Mina, Porlier, silencio, silemcio, silencio. Pero Daoiz y Velarde, -gloriosos perdedores- en los leones del congreso.
Quizá contribuya ésto a la mixtificación de la república perdedora . Aquí los buenos, pierden .Es el paradigma del pensamiento débil, frutó quizá de dos mil años de cristianismo mal entendido: victimismo barato, cordero de Dios en la cruz, la otra mejilla...y muy poco echar a los mercaderes del templo.

¿Odiamos tanto a los Americanos por eso? Sus héroes son ganadores; en Omaha Beach o en Guadalcanal. En las películas del oeste, en toda su mitología: ganan lo buenos; los buenos, ganan. Que potencia de mensaje el del final "made in hollywood", aquí despreciado: son "americanadas".

Nos gusta perder. Llevamos en la sangre que es lo noble y honroso. Para los cobardes nada mejor que elevar la derrota a categoría ética y estética de lo bueno y lo hermoso. Perdamos, pues.

Sólo en España el gobierno puede vender la derrota ante el terrorismo como una victoria.

12 comentarios:

Eli Cohen dijo...

La putada es que en muchas ocasiones no ganan los buenos, aunque peleen como héroes...

Saludos..

QRM dijo...

Eso está claro, Eli.
Lo que quería resaltar es que el caracter modélico y mítico de los héroes revela el sistema de valores de la sociedad que los encumbra al heroísmo.
Un abrazo.

WSC dijo...

La verdadera Libertad no es una panacea paradisíaca (las utopías y promesas de paraisos terrenales son para los totalitarios), sino que pone al ciudadano en la difícil (pero para mí gratificante) tarea de asegurar el pan y el techo para sí y para sus hijos, prever sus necesidades en la vejez, etcétera, etcétera. Incluso le obliga al esfuerzo de tomar una postura moral personal ante los problemas sociales o conflictos que aquejen a otras personas o países, ¿actúo, como actúo?, ¿estaré equivocado?,...

La infantilización, "plebización", aborregamiento de la sociedad por parte de los colectivistas, aprovecha este horror vacui que, comprensiblemente, puede afectar a los espíritus menos formados. Les ofrece panem et circensis, cubrir sus necesidades morales y materiales. Les ofrece la absoluta seguridad de tener una superioridad moral intachable. No hay conflictos morales, no hay noches en vela porque, si vienen mal dadas, se ofrece el espantajo sobre el que volcar su justa ira (judíos, americanos, neo-liberales, fachas, obispos,...). Nunca, nunca, habrá nada achacable a su responsabilidad. ¿Que me quedo sin trabajo?, la culpa es de la globalización, las multinacionales, los chinos, los ricos, el colectivo me pasa, magnánima y generosamente, un subsidio y a vivir.

El resultado es la falta de educación, responsabilidad,...en definitiva una bella, antigua y actualmente despreciada palabra, URBANIDAD (Urbs - Civitas, Urbanidad - Ciudadanía).

La "plebización" (horrísono palabro, por favor que a alguien se le ocurra otro) a la que alude Oswald, me parece a mí que está directamente provocada por la falta de responsabilidad. Y, retomando la dualidad Libertad - Responsabilidad, falta de Libertad. De VERDADERA Libertad. La Libertad del "pueblo elegido" de Jefferson, que no era otro sino el labrador libre y dueño de sus tierras y su destino en la frontera de la civilización. Libre para enriquecerse, o para terminar pasto de las fieras o los salvajes.

Y esos puntos que el amigo Oswald citaba (listas abiertas, pagar menos impuestos) son, si no la panacea (que no la hay), si buenos síntomas, piedras de toque en el buen camino de la ciudadanía completa.

Porque, el animal rebaniego vota fácilmente a "su" sigla. Es fácil y cómodo. No exige gastar una sola neurona en el proceso. En cambio, si ponemos a la gente delante de una lista abierta, por lo menos la obligamos a PENSAR un segundo, a plantearse su voto. A implicarse. Grano no hace granero, pero ayuda al molinero.

Y, si en vez de practicar una auténtica Ley de Bronce, dejándonos la nómina con lo justo para llegar a fin de mes, proporcionándonos seguros, vivienda, sanidad, educación, servicios, transporte,etc, colectivistas; dejamos a la gente SU dinero y la obligamos a que ELIJA RESPONSABLEMENTE su médico, su colegio, su vivienda, su jubilación,...algo habremos avanzado hacia la verdadera ciudadanía.

QRM dijo...

Aunque yo quería resaltar la diversa concepción que del heroísmo se tiene en los diversos lugares, entraé en el concepto ahora, porque lo creo discutible: a veces se identifica con el cumplimiento de un deber más allá de lo exijible pero otras con lo contrario, con la desobediencia o la insubordinación a la tiranía. Así, héroes fueron los liberales españoles del XIX que se enfrentaron a el Rey felón Fernandito el VII, a pesar de desobedecer, y no fue héroe Von Manstein, que cuando Treshkov y Stauffemberg le propusieron colaborar en el atentado de Hitler contestó: "los mariscales de campo prusianos no se amotinan".

Esto lo digo por la referencia de Ludfranz-Oswald a Japón. Su tradición cultural autóctona es autoritaria aunque no del todo antiliberal. El Samurai era lo más parecido al super-hombre de Nietzche en las orillas del Pacífico, y por ello con fuerte tendencia al individualismo y nada gregario; pero su autoritarismo ciego les lleva a un respeto reverencial por la autoridad, aún siendo tiránica, poco comforme con el concepto etimológico,histórico y político del término "aristocracia". El comportamiento japonés durante la última guerra, aunque muy esforzado en los militares, no fue heróico, y si criminal con los civiles indefensos en China y Filipinas.

En fin, para mi el héroe es el que cumple el imperativo categórico kantiano aun cuando eso le supone gran riesgo, incluso para su vida.

Me parece un interesante esta discusión. Sólo como curiosidad y para aclarar la visión rigurosísima de la vida en el imperio del Sol Naciente, ahí va un haiku que leí una vez en una exposición sobre ese pais:

"Si fuera una hoja, podría esconderme en una gota de rocío.
Pero como soy una persona,
no hay un lugar en el mundo en que me pueda esconder"

Fue la nota de suicidio de un guerrero, creo que justo anterior a la época Meiji.

Saludos a todos.

Otro dijo...

Hola a todos.
Yo no creo en los héroes. Al menos no en los de carne y hueso, los de estas carnes y estos huesos nuestros. Los héroes son leyenda: lo que ha de ser leído. Seres literarios, por tanto.
Pero no es eso lo que quería decir. A lo que venía es a discrepar, dando por sentado la posibilidad de la heroicidad, respecto a su conexión con el imperativo categórico.
El imperativo categórico es una pura forma vacía, como bien reconoce kant, pero la forma ni mueve, como de algún modo también reconoce, acorralado, ni se aplica igual a toda materia, salvo de un modo genérico, y por tanto falso.
Esto no lo digo yo, que también, sino eminentes kantianos del siglo, ay, qué siglo, siglo XX (y esto es obviamente argumento de autoridad, que no entiendo porqué está tan absolutamente denostado: hay otros que lo pensaron antes y mejor que yo): Hannah Arendt y la posibilidad del mal radical. "Obra de tal modo que tomes a la humanidad siempre como un fin y nunca como un medio", sí, ya, pero para el nazi la humanidad se recorta sobre la raza, el ario es humano y nadie más, así que se prescribe el exterminio y/o subordinación de lo subhumano. El imperativo categórico no manda nada, porque trata de mandarlo todo.
Un saludo.

fermat dijo...

Llego tarde, pero leo con interés esta oportuna discusión.
Lo ha apuntado WSC más arriba, la clave está en el binomio libertad-responsabilidad.

Para el héroe clásico, el acto heroico estaba asociado siempre con la “hybris” la desmesura, la desproporción, y no era acto heroico si no era memorable, se buscaba la gloria y el reconocimiento. Tiene más que ver con ese concepto de libertad que tenía Nietzche, con esa libertad sin límites, opuesta a toda norma, esa libertad dionisiaca e irracional, pero por ello mismo falta de contenido. Es lo que siempre me ha repugnado de Nietzche, su fobia por la razón (y digo razón, y no “Razón”). En este sentido la libertad que reivindico es más apolínea, más razonada, y por ello mismo asociada a la responsabilidad.

Hacer lo correcto cuando a uno le toca, no eludir la responsabilidad. Estar en una barcaza de desembarco dirigiéndose a Omaha Beach, es una putada, pero saber que lo que haces es lo justo, elegir hacerlo a pesar de la graves consecuencias tiene para tu persona, precisamente por eso, porque es lo correcto, porque de no hacerlo, y aunque nadie se de cuenta, te sentirás alguien despreciable, sabes que es así, saberse mezquino es sentirse pequeño, esclavo de uno mismo. Tener principios significa eso. No es irracional, no es desmesurado, y probablemente no signifique la gloria. La heroicidad consiste en eso. Razón para saber qué es lo correcto, libertad para elegir hacerlo a pesar de las dificultades y de la integridad personal, y responsabilidad para actuar cuando nadie va a hacerlo por tí.

QRM dijo...

Oswald:

Una cosa no quita la otra. Estamos de acuerdo si coincidimos en que la ley es la que protege la libertad. Protegiendo la ley, se protege la libertad, pues aquélla garantiza ésta en aquellos que no se pueden defender.
Por eso concuerdo contigo en la gravedad de la crisis del Estado. Todo el entramado que la Nación ha hecho para defender y proteger la libertad de sus miembros los pijiprogres lo han dilapidado.
La crisis de España no es nacional, sino del Estado. La ley está mal hecha, no se cumple, ni se impone, ni se sanciona el incumplimiento. Eso no está reñido con el liberalismo, sino todo lo contrario. El respeto a la ley en USA es infinitamente mayor que aquí.

Jesús Sanz Rioja dijo...

Todavía hoy podía leer al seleccionador de baloncesto, no recuerdo su nombre: "no me gusta el término ganador". Que ya tiene bemoles, en un deportista.

¿Y el éxito de Joaquín Sabina, glorificador del fracaso?

Que no es lo mismo que morir con gloria, como los numantinos, claro.

pacobetis dijo...

Zapatero es el inventor del concepto estratégico de "rendición preventiva". Aunque que otra cosa se podía esperar de él. En cualquier caso no debemos perder de vista que hay quien saca tajada de ese look de antihéroe, muy bonito para el cine o la literatura pero trágico cuando de la realidad se trata. Hagamos como en cualquier novela políciaca y preguntemosnos ¿quién sale ganando? pues eso es lo que tenemos. Así que más nos vale ir preparandonos para resistir a los tiempos oscuros que se nos vienen encima porque, antes o después, haran falta héroes.

Freman dijo...

El héroe, hablando con propiedad, no existe en España por la misma razón que no tuvimos grandes físicos o matemáticos: el temor a pecar con el espíritu.

El protohéroe es Prometeo, que roba el fuego a los dioses. ¿Se atrevería un Quevedo a alabar un comportamiento así? Heroísmo es rebeldía. Y en España, cuando se mienta a un rebelde, la mayoría piensa en Satán. Por eso no producimos héroes, sino pillos o buenos soldados. Y buenos soldados pillos.

Un buen matemático o un buen físico sabe que su aventura intelectual puede llevarlo a cuestionarse alguna característica de Dios aceptada en su época. Además, el buen científico no delimita sus fronteras antes de empezar su incursión. Por eso tenemos científicos en casi todas las ciencias naturales... pero no en Física y Matemática.

Por la misma razón, los judíos han dado tantos genios en estas áreas. Cuando consideras que Dios es, en cierta manera, "alguien tuyo", no temes hacerte preguntas sobre El. Cuando Einstein comienza a reflexionar sobre el tiempo y el espacio, sabe que, no importa lo que descubra, no será más terrible que el secreto de la Merkabah. E incluso si hubiese intentado resolver los misterios del carro, su tradición no le hubiese condenado por ello.

QRM dijo...

Curiosa anticipación de la teoría de la relatividad, tiempo y espacio todo unido, hasta en una sóla palabra. Quizás no sea coincidencia que Eistein fuera judío.
Hay curiosidades lingüísticas que están cargadas de significado y de poesía. Por ejemplo, en ruso "paz" y "vida" comparten la misma palabra, según tengo entendido. Así que el clásico de Tolstoi podría tener otra traducción que la usual.
De todas formas, por sus conocimientos lingüísticos y por su nick, me recuerda Vd. a Cesar Vidal. Y se lo digo como elogio, créame.

Saludos y gracias por visitarnos.

Freman dijo...

Paz y mundo: "mir", en ruso, pero sigue siendo una coincidencia significativa. "Vida" sería "zhizn", que parece más feo que lo que suena. La "zh" es como se suele trasliterar la "j" francesa en "jour".

Lo de "holam" no lo conocía. Es muy interesante, en efecto.