"La voluntad nacional es una de las palabras de las que los intrigantes de todos los tiempos y los déspotas de todas las épocas han abusado más. Unos han visto su expresión en los sufragios comprados por algunos agentes del poder; otros en los votos de una minoría interesada o temerosa, y los hay, incluso, que la han percibido plenamente formulada en el silencio de los pueblos y han deducido que del hecho de la obediencia nacía para ellos el derecho de mando"

A.Tocqueville, "La Democracia en América"

domingo, noviembre 12, 2006

HIPOTESIS

Volvamos a la cruda realidad.

Entender la verdadera naturaleza del llamado “proceso de paz”, no basta para entender la autentica dinámica del mismo. Surgen cuestiones y puntos oscuros que resultan problemáticos.

Para un observador atento, el que todavía no se encuentre embotado por el alud de reflexiones, argumentos y loas que justifican y apoyan -a veces de manera delirante-, dicho “proceso”, resulta evidente cuál es su naturaleza. No insistiré demasiado, supongo conocidas sus características:

Supone, en primer lugar, la voladura del sistema constitucional surgido en 1978. Voladura que se realiza obviando todos los trámites y formalismos establecidos, despreciando de esta forma, la opinión de aquellos que están legitimados para su reforma o derogación: los ciudadanos españoles de pleno derecho.

Supone la rendición de un gobierno electo a un grupo terrorista, reconociendo de manera implícita a éste como interlocutor político y haciendo concesiones que no está capacitado para realizar, salvo incurrir en el delito de traición.

Supone la destrucción de la Nación Española, negando su poder soberano y reconociendo la existencia de “ámbitos de decisión” independientes que se sobreponen y sustituyen a la misma acabando con su indivisibilidad.

Y sobre todo, supone el desprecio y la más miserable de las actitudes frente a quienes más han sufrido el zarpazo del terrorismo, quienes han caído defendiendo las libertades. Supone la equiparación de víctimas y verdugos, algo cuya miseria moral es imposible justificar.

Graves connotaciones todas ellas. Tan graves que es difícil, incluso para el apabullante coro mediático, silenciarlas. De hecho, basta escuchar como la llamada ahora “izquierda abertzale” se refiere a dicho proceso como “proceso político” y no de otra forma.

También es fácil entender los beneficios que saca el nacionalismo vasco –y otros nacionalismos dispuestos a subirse al carro-, la independencia de facto del País Vasco con entrada automática en la Unión Europea y la posibilidad de anexión de Navarra, vital para su supervivencia económica. En cuanto a ETA, consigue erigirse como referente político adquiriendo un protagonismo que jamás osó tener, aspirando a una hegemonía que daría cuenta de sus aspiraciones.

Teniendo todo esto claro, es en esta cuestión donde me asaltan las dudas: ¿qué saca al PSOE de todo esto? Intentemos responder a esta pregunta.

La hipótesis del puro rédito electoral puede parecer la más evidente, pero ¿realmente es así? Si lo que quería Zapatero es postularse como el pacificador, como un nuevo Tony Blair, ¿por qué ha ido tan lejos? Podríamos pensar que no ha podido controlar el proceso y se le ha ido de las manos, algo natural conociendo las limitaciones políticas del personaje. Sin embrago, a tenor de las últimas revelaciones, uno puede comprobar como ha sido el propio PSOE (ó PSE), desde mucho tiempo atrás, el verdadero instigador y promotor del proceso -dejando incluso descolocado al PNV-, antes incluso de poder optar a la victoria electoral. Existe algo más que el rédito electoral, una intención de más largo alcance.

Otra hipótesis pudiera ser la intención sincera de acabar con el terrorismo con la rama de olivo en la mano y el dialogo, algo coherente con el panfilismo y la estupidez de cada vez más amplios sectores de la izquierda. Esto estaría, desde luego, a la altura intelectual de Zapatero, pero no a la altura –o la bajura- de la miseria moral de un partido que quiso negociar con ETA sobre la base de poner sobre la mesa cadáveres de uno u otro bando. No, no es una opción compatible con el partido de los GAL.

Una tercera hipótesis me parece más plausible y enlaza con la primera. ¿Responde el “proceso de paz” a un proyecto político de hondo calado? Es decir, ¿la voladura del sistema constitucional y la aniquilación del sujeto político de la Nación Española, constituiría la base de la hegemonía política de un partido atomizado en “reinos de taifas”? Esto constituiría una huída hacia delante sin precedentes. Tras el fracaso de un sistema semejante al PRI mejicano, por parte de los gobiernos de González, y ante la posibilidad de una alternancia de partidos, la anulación de una oposición nacional mediante el recurso de romper a la Nación, sería la única forma de conservar las riendas del poder, sólo o en compañía de los nacionalistas, en una “confederación” de naciones ficticias que ya nada significaría.

Existe una cuarta consideración que sobrevuela y penetra las tres hipótesis expuestas y que sólo nombrarla produce una desazón y un escalofrío difícil de ocultar. Es una consideración que comenzó en un hotel de Perpiñan y que podría –tan sólo son especulaciones que lamentablemente van tomando cuerpo- pasar por cuatro trenes un jueves de marzo tres días antes de las últimas elecciones. Sobre esto aún es pronto para aventurar nada, pero con qué implacabilidad se van acumulando hechos que quisiéramos negar, hechos que producen espanto.

Quisiera terminar –pido perdón por la prolijidad- con una última hipótesis sobre el futuro inmediato del “proceso de paz”. Nos encontramos en punto muerto. A pesar de la voluntad del gobierno Zapatero, los pocos resquicios que aún quedan de la división de poderes actúan a pesar de todo, y como se preveía han llevado a una situación de bloqueo ante las demandas maximalistas de ETA. Ambos necesitan la tregua –más el propio gobierno que ETA-, el tiempo pasa y nos metemos en año electoral. Tal y como están las cosas aventuro algo que ya he oído en algunas ocasiones últimamente: una ruptura negociada de la tregua. ETA, de acuerdo con el gobierno rompería temporalmente la tregua, ambos salvarían la cara: ETA ante sus bases por la lentitud del proceso, y el gobierno podría enfrentar las acusaciones de rendición ante unas elecciones quizá anticipadas. Sería una ruptura pactada, por tanto no habría muertos –quizá algún atentado aislado y sin víctimas como recordatorio-, y con una nueva mayoría socialista volvería a retomarse el proceso con nuevos ímpetus y quizá más apoyo popular.

¿Es posible?

13 comentarios:

QRM dijo...

Muy acertado comentario.
Esas son las hipótesis, ninguna deseable.

A mi juicio la corriente profunda de la traición del psoe está en su convencimiento definitivo de su derrota. Aunque pueda parecer paradójico, y la demagogia dominante y apabullante pueda despistar, creo que tras los gobiernos de Aznar, la izquierda se convenció en su fuero más interno de que con reglas de juego limpias jamás volvería a tocar el poder.
Si su crisis mundial empezó con la caída del muro, en España se continuó con los escándalos continuados del felipismo; si ya no tenían discurso racional,ahora tampoco prestigio personal, pues quedaron como asesinos y ladrones para la posteridad. Además, la derecha gobernó razonablemente bien, con honradez en general, y sin extremismos anunciados en vídeos de dormanes y cosas por el estilo. Por eso se aliarán con el mismo demonio con tal de que la realidad - la facha realidad- no les estropee sus fantasías y sinecuras. No tienen conciencia, son animales de poder, el nuevo leviathán.

Así, hubo de crearse en el inconsciente de los pijiprogres, y más tarde en el colectivo, una falsa imagen de agravio frente a la derecha, que encontró como excusas el Prestige y la guerra de Irak. Pudieron ser otros, pero la urgencia hizo que fueran esos.
Lo trágico es que la demagogia necesitó de la manipulación, por decir lo menos, de el 11-m.

ZP y todos los enemigos de España y la libertad saben que esta es su última oportunidad, y que tienen un enemigo común con el que han de acabar ahora, o nunca. El psoe lo sabe, aunque no lo diga, por esa convicción íntima de derrota que arrastran. Es difícil rebelarse contra la lógica interna, y el auto-engaño solapado de sentimentalismo tiene débiles paredes. Su subconsciente les delata.
La ETA también sintió en sus carnes la derrota, y sabe que la política Aznarista acaba con ella en plazo breve.

Por eso todas las hipótesis que barajas son plausibles. Y por eso cuadra perfectamente que la ETA esté detrás o al lado del 11-m. Yo no sé si fueron ellos, pero si lo fueron, todo cuadraría perfectamente.
Si el Psoe lleva 5 años hablando con ellos, y trasladaron a los etarras el convencimiento de que si el Psoe llegaba al poder, España se rendía, ¿Que hubieran hecho los etarras? La hipótesis, ojo, aunque no culpa al Psoe de la matanza, le hace responsable de ella. El sólo hecho de negociar de espaldas al gobierno (¿y el CNI, no lo sabía?)con los terroristas, convierte a ZP en culpable: es una invitación a la agresión.

Oscuros tiempos nos esperan, pero dignos de ser vividos. Aburridos no van a ser, eso seguro. Vergonzosos y traumáticos, también.Porque es imposible que España -la real, no la que ZP quiere crear como holograma- trague con ésto. Y ZP morirá matando. Al tiempo.

fermat dijo...

Bienvenido a casa QRM, espero que fuera bien el viaje.

Coincido contigo en tu comentario, que completa acertadamente la entrada.
En la actitud del PSOE en estos últimos cuatro o cinco años hay una actitud de derrota vergonzante, la oculta certeza de su fracaso ideológico y moral. Por supuesto jamás lo reconocerá, le va en ello su supervivencia, de ahí este desesperado y suicida intento por conservar el poder como sea, a toda costa.
Mencionas dos detalles que se me escaparon y creo que son importantes.
El CNI. ¿Qué sabe de todo esto? ¿Si fueron ellos los que dieron el chivatazo de la reunión entre Carod y ETA, qué más saben? ¿Qué sabían cuando despachaban con Aznar? ¿Y Dezcallar, para quién trabajaba?
Coincido plenamente en tu consideración final. Zapatero morirá matando. Es triste constatarlo, pero es cierto. Sobre esa base habrá que actuar en el futuro.

Saludos.

El Cerrajero dijo...

Rodríguez el Traidor no morirá matando puesto que es un cobarde profesional, más bien huirá con el dinero matando.

fermat dijo...

La democracia es un métododo de toma de decisiones por una sociedad, nada más ni nada menos. Conviene valorarla en su justa medida. La relación entre democracia y justicia hay que encontrarla en el seno de la sociedad. En una sociedad en la que se respetan las libertades individuales como algo sagrado, las decisiones democráticas serán más o menos acertadas pero jamás atentarán contra la libertad del individuo, en este sentido es quizá el menos malo de los métodos. Si esto no se cumple, o mejor dicho en la medida en que no se cumpla, las decisiones democráticas serán injustas e incluso aborrecibles. El gran error de la izquierza ha sido el de santificar a la democracia como algo que posee valor en si mismo -de nuevo el pérfido Rousseau- de manera que conceptos tan fantasmales como el de "voluntad popular" se convierten en dioses que pueden demandar el sacrificio de cualquier cosa.

Respecto a la guerra de Irak, una acotación. Yo la defendí en su momento, no por la posibilidad de traer la democracia a Irak -no existen las condiciones, y no creo que existan en mucho tiempo- si no por cuestiones puramente goeestratéticas. Existe una guerra, distinta a todas las anteriores -no me importa lo que me llamen los progres- y hay que actuar en consecuencia.

fermat dijo...

GEOESTRATEGICAS, me fallan los dedos

QRM dijo...

Ludfranz:

Puedo estar de acuerdo contigo en muchos aspectos, en casi todos, de hecho, pero para ir al centro de la cuestión y no repetir discusiones que ya fueron en su día exhaustivas, quiero decir que yo no estoy en contra de la democracia, ni la considero intrínsecamente mala, ni corruptora. Claro que puede conducir al poder a los mediocres, y lo estamos viendo. Pero también puede lo contrario. Habrá que analizar porque en unos lados se presta a esa degeneración y en otros no.
La razón es más profunda que el mero juego democrático, y a la vez está estrechamente relacionada, a mi juicio, con las garantías jurídicas del sistema. Coincido con Fermat en señalar que si la democracia no es más que una herramienta al servicio de la libertad, y no un fin en sí misma; si es un control al poder y no un método de tiranizar a la población; si es un sistema competitivo en donde la competencia ayude a seleccionar a los mejores, y no un pernicioso mecanismo de selección de incompetentes, yo defenderé la democracia, y siempre como instrumento de la libertad y subordinada a ella.

El asunto es que el único sistema capaz de generar esas sinergias, aunque también de caer en esos vicios es la libertad. Sólo en lugares demo-liberales se ha conseguido un adecuado equilibrio entre libertad, seguridad, elitismo -aristicrático e igualdad ante la ley. Ejemplos hay muchos, y ya que no me aceptas las democracias anglosajonas actuales - respecto de las que al menos coincidimos en resaltar que su crisis no es tan profunda- te citaré la Inglaterra victoriana imperial, Suiza en todas las épocas o Atenas clásica.
Ninguna tiranía es capaz de generar esos efectos benéficos, y sí en cambio tienen una potencialidad corruptora mucho mayor, aún , que la democracia.
Coincidimos en los defectos del sistema. Corrigiéndolos, lo cual la historia demuestra como posible, llegaremos a la meta que buscamos.

Amigo, como te he dicho varias veces, tengo que introducir tu e-mail en blogger para que puedas colgar entradas para empezar un nuevo hilo. Mándame un e-mail a mi dirección, que está en mi perfil, y formarás parte del equipo.

Saludos a todos.

QRM dijo...

Ludfranz: No, no lo creo.

Con una separación rigurosa de poderes y un poder judicial independiente no hay tirano-populista que pueda. De hecho, la dictacracia que padecemos -estoy de acuerdo contigo- está empeñada desde muy antiguo por dominar la justicia. Y casi lo consigue, pero no del todo. Y si en parte lo ha logrado es porque falla una de las premisas que antes dije: no hay separación de poderes desde que el TS, por el CGPJ, y el TC, diréctamente, son elegidos por los políticos y no son inamovibles, como el TS de USA. Lo que nos lleva a la abominable const. que padecemos y su enorme responsabilidad en la putrefacción presente.

Es cierto que durante el siglo XIX existía sufragio censitario, y que el voto femenino no se consiguió hasta bien entrado el siglo XX. Sin embargo, hasta la segunda guerra mundial al menos, ya con sufragio universal, los anglosajones no cayeron en la demagogia, sino que escogieron preferentemente de entre los buenos. El elitismo aristocrático está, aún hoy, arraigadísimo entre ellos, y la masa sabe que lo es y confía en los que son más sabios para gobernar. Si no es así siempre, al menos como tendencia.
A mi juicio, y aquí volvemos a polémicas pasadas, ello se debe a la repugnante mediocridad de quienes pasan por ser la élite en España. Mediocridad que se ha filtrado al pueblo, que hace apenas cuarenta años no era así. (Para matices reconfortantes de los británicos, te recomiendo el hermoso texto de fermat en su blog "9 termidor" cuyo link encontrarás a la derecha en la portada).

Con todo, la solución posible, creo, pasa por retomar el dominio de los medios de comunicación, verdaderos corruptores de masas en manos de la fachiprogresía. La derecha aún no se percata de que la política ya no se hace ni en la calle ni en el parlamento, sino en la tele. Por ahí ha de empezar la revolución, y de ahi, al gobierno y luego a la sociedad. Es nuestra escapatoria, pero los mediocres del PP ni se enteran.

Te repito lo del e-mail. No te olvides.

Saludos, amigos.

QRM dijo...

Efectivamente. Yo creo que la causa es el derecho y el Estado en general. Si no, ¿De donde viene, sobre todo en España esa decadencia? ¿Por qué la gente se ha vendido a la posmodernidad según tú? Encontrando la causa podremos eliminarla o combatirla.

Leyendo los Episodios Nacionales de Galdós parece como si el pueblo, por más humilde que fuera, conservaba un sentido común, una decencia y un espíritu noble por lo menos hasta el siglo XX, pero la élite gobernante era un desastre difícil de describir. Al fin, la putrefacción se ha extendido.
Yo por lo menos así lo creo, y encontrando la causa de la posmodernidad -la doble ofensiva coordinada de demagogia mediática y degenerados gobiernos- habremos avanzado en el hallazgo de un remedio.
Si no, ¿ por que la masa es ahora "así"?

En cuanto al sistema judicial americano, siendo mejorable -como todos- nos da sopas con hondas. Cierto que cada presidente elige a sus jueces del TS, pero de manera muy matizada, pues se somete antes a un trámite durísimo de aprobación por las cámaras. Y ya se sabe que allí, senadores y congresistas son independientes de verdad. Además, la independencia de los jueces es total. Se elijen con un perfil, pero al ser vitalicios e inamovibles, persisten más allá de quien los nombró, y ni deben gratitud ni necesitan apoyo para ser reelegidos. En fin, un sistema distinto y ...mucho mejor.

Ahora mismo te meto en blogger. Ellos te pedirán la confirmación. Es muy sencillo, ya lo verás.
Sólo quiero recordarte que hemos convenido no iniciar nuevas entradas sino tras dos días, al menos, de postear la anterior. Es una regla de cortesía para no pisar las anteriores y dar tiempo a comentarios, aunque siempre flexible según las circunstancias.
Bienvenido.

WSC dijo...

Bueno, uno mas. Me alegro amigo Ludfranz que te animes a participar redactando entradas.

Respecto al tema de la democracia. Me atrae la idea de que el derecho al voto haya que "ganárselo" de alguna manera. Un cierto esfuerzo por parte del votante. A modo de ejemplo, en EEUU hay que ir a inscribirse como votante semanas antes de las elecciones. Esto implica cierto esfuerzo, y evita el voto de personas dejadas e incapaces de rellenar al menos un impreso. Y evita fenómenos populistas un día antes de las elecciones (tipo 11M). ¿Podría mejorarse este sistema?. Se me ocurren algunas ideas, que voy a articular en un método de votación (a vuelapluma y forzosamente sujeto a imprecisiones, para eso estais vosotros, para discutirlo y mejorarlo, o echarlo a la basura):

- Un mes antes de las elecciones se abre un plazo para obtener la "Tarjeta de Votante".

- Para obtener esta tarjeta, hay que acudir a una delegación de la Comisión Electoral provisto de DNI en vigor, y rellenar en un tiempo máximo de 20 minutos un test de X preguntas sobre conceptos básicos de ciudadanía (de la de verdad, no la de ZP). Serían preguntas fácilmente entendibles pero básicas tipo:

1.- ¿Quien me puede meter en la cárcel?
a) El Gobierno
b) La policía
c) Un juez

2.- ¿Quien ostenta la Soberanía Nacional Española?
a) El Rey
b) El Presidente del Gobierno
c) La Nación.

Cosas así, que cualquiera (hasta mi portera, que diría César Vidal) pudiera contestar aunque no tenga estudios, sólo sentido común y verdadera noción de lo que es la ciudadanía y el Estado de Derecho.

- El día de las elecciones, sólo aquellos provistos de su "Tarjeta de Votante" podrían votar.

¿Sugerencias?.

Saludos.

QRM dijo...

Buenísima idea.

Merece un estudio más detallado, pero es una mina. Espero que con más tiempo se pueda escarbar más en profundidad.
Sin embargo, habría que encontrar un argumento propagandístico para soslayar la previsible oposición frontal de los fachirrojos. Ahora no se me ocurre, pero prometo pensar en ello.

Un placer saber de tí, amigo.

pacobetis dijo...

¿A qué responde el "proceso"? simplemente se trata del pago del PSOE a la subcontrata de ETA en el 11-M. Los trabajos "bien hechos" hay que pagarlos ¿no os parece? Yo si que tengo cada vez más clara la implicación del PSOE en la matanza de Atocha y el subsiguiente golpe de estado mediático.
Shalom

QRM dijo...

Oswald:

Tienes razón, amigo.
Lo que yo quería señalar es que la organización de la comunidad, a través del estado y el derecho, debería servir de dique a la decadencia que siempre amenaza al hombre, y por ello, a la comunidad.
Además, en la sociedades modernas, donde los medios de comunicación, en todos sus sentidos etimológicos, nos ligan y unen (y puede que atenazan) a los demás miembros de la colectividad, se puede dar la perniciosa consecuencia de que la decadencia de unos pocos acabe arrastrando a todos.
También yo creo que es muy complejo el problema de la decadencia del mundo que padecemos, y mi entrada del hilo anterior alude a otra razón, más profunda, de ese fenómeno que llamamos posmodernidad: la afeminada rebelión contra la realidad que empezó en el romanticismo, cuyo origen, a su vez, creo que está en la degeneración de la educación familiar y escolar, desde hace generaciones. Pero eso ya lo tratamos en el hilo anterior. Sólo quiero añadir que acabo de llegar de Gran Bretaña, y si están en crisis, lo que nosotros padecemos debe llamarse de otra manera.

Sólo quiero aclarar que la Ley debiera ser eficaz como freno y dique a esa decadencia, para salvaguardar la libertad de todos.

PS- Creo que debes entrar en Blogger(icono de la portada, arriba a la derecha) para aceptar incorporarte al blog y publicar tus entradas.

Saludos, amigo.

QRM dijo...

Corrección: El icono está a la izquierda.